En el ir y venir de la jornada laboral, entre reuniones, correos electrónicos y plazos de entrega, es fácil caer en una especie de piloto automático. Nos movemos, hablamos, respondemos, pero a menudo lo hacemos desde una superficie funcional, perdiendo de vista la capacidad de sintonizar genuinamente con los demás.
Esta reflexión personal, sobre la comunicación empática surge de la experiencia de ver de primera mano cómo un ambiente laboral puede transformarse por completo cuando dejamos de oírnos y empezamos, de verdad, a escucharnos y que permite comprender no sólo las palabras, sino el contexto, la intención y la perspectiva del otro. Es un cambio sutil pero profundo, que tiene el poder de convertir un grupo de trabajo en un verdadero equipo,
Cuando Oír No Es Escuchar
Todos hemos estado sentados en una sala de juntas o al otro lado de un escritorio, asentimos con la cabeza mientras un colega habla, pero nuestra mente está en otro lugar. Repasa la lista de pendientes, anticipa la siguiente reunión o simplemente se desconecta por un momento. Oímos el sonido, las palabras, pero no procesamos el mensaje en su totalidad. Este es el “ruido” de la rutina, una interferencia constante que nos impide conectar.
La diferencia entre oír y escuchar es la misma que hay entre ver y observar. Oír es un acto fisiológico, una recepción pasiva de ondas sonoras. Escuchar, en cambio, es un proceso activo y cognitivo. Requiere atención, intención y, sobre todo, la voluntad de comprender. En el entorno del trabajo a menudo sacrificamos la escucha en el altar de la productividad, sin darnos cuenta de que, a largo plazo, esta decisión es contraproducente.
La falta de una escucha activa es la raíz de innumerables problemas: un requerimiento mal interpretado, una instrucción seguida a medias, un tono de voz que se malinterpreta en un correo. Estos fallos en la comunicación, generan fricción, desconfianza y un desgaste innecesario. Nos obligan a volver sobre nuestros pasos, a aclarar, a corregir, consumiendo un tiempo y una energía que podrían haberse invertido de manera mucho más productiva si, desde el principio, nos hubiéramos tomado un momento para sintonizar.

La Empatía como Herramienta de Sintonización
Aquí es donde entra la empatía que lejos de ser un concepto “blando”, es una herramienta de eficacia. No se trata de convertirnos en terapeutas de nuestros compañeros, sino de hacer un esfuerzo consciente por ponernos en su lugar, por ver la situación desde su perspectiva antes de la nuestra.
La Importancia del Lenguaje No Verbal
Una parte fundamental de la sintonía es aprender a leer más allá de lo que se dice: la postura, el tono de su voz, si se mantiene o evita el contacto visual; todos estos son canales de información valiosísima. Un líder puede decir que su política es de puertas abiertas, pero si cada vez que un colaborador se acerca, este no levanta la vista del ordenador y responde con monosílabos, el mensaje real es de cierre y prisa. La coherencia entre el lenguaje verbal y el no verbal es la base sobre la que se construye la confianza. Cuando las palabras y los gestos están alineados, la comunicación se vuelve clara y creíble.
Validar para Construir, No para Ceder
Algo común es pensar que escuchar empáticamente significa estar de acuerdo con todo lo que dice la otra persona, lo que está lejos de la realidad. El poder de la escucha empática reside en la validación, que no es ceder; es reconocer la legitimidad de la perspectiva del otro. Frases como “Entiendo por qué te sientes así” o “Comprendo tu punto de vista, aunque yo lo vea de otra manera” pueden desactivar un conflicto inminente. Crean un espacio de seguridad psicológica donde las personas se sienten respetadas, lo que permite abordar el problema de fondo de una manera mucho más constructiva y menos personal.
Los Beneficios de un Entorno Sintonizado
Cuando un equipo aprende a sintonizar, los resultados positivos no tardan en aparecer y se manifiestan en varias áreas de la organización: Reducción de Malentendidos y Conflictos, Fomento de la Colaboración Genuina, y Fortalecimiento de la Confianza y la Lealtad entre otros.
Sentirse escuchado es sentirse valorado. Esto nos lleva a la pregunta: ¿qué es recursos humanos en una empresa? es la gestión de estas conexiones, la creación de un tejido humano fuerte y resiliente a través del respeto y la escucha.
El Papel del departamento de RRHH en la creación de una cultura de escucha
Si bien la escucha activa es una habilidad individual, su fomento a nivel organizacional es lo que crea un cambio cultural duradero. Desde mi perspectiva observo que el departamento de recursos humanos tiene una posición privilegiada para ser el catalizador de esta transformación, al tener la capacidad de ir más allá de las encuestas de clima laboral y promover activamente talleres sobre comunicación, ofrecer herramientas para el feedback constructivo y, sobre todo, asegurarse de que los líderes estén capacitados para escuchar.
El comportamiento de los líderes tiene un efecto expansivo, un líder que practica la escucha activa, que hace preguntas abiertas, que se toma el tiempo para entender los desafíos de su gente y que demuestra con hechos que las opiniones son valoradas, establece un estándar que el resto del equipo inevitablemente seguirá. Este liderazgo no se impone; inspira a través del ejemplo.
En un mundo empresarial que se mueve a una velocidad vertiginosa, el tiempo que se dedica a la escucha empática es la base de la agilidad, la innovación y la resiliencia de un equipo. Un equipo que se comunica bien puede adaptarse más rápido a los cambios, resolver problemas de forma creativa y soportar mejor los momentos de presión.

Tecnología: ¿Aliada o barrera para la sintonía?
La tecnología ha redefinido por completo la forma en que nos comunicamos. Nos permite estar conectados a través de zonas horarias y geográficas, pero esta hiperconexión presenta una paradoja. Las videollamadas, los chats y los correos electrónicos son herramientas increíblemente eficientes, pero también pueden convertirse en barreras para una sintonía real.
¿Cuántas veces hemos estado en una reunión virtual mientras respondemos un correo o revisamos un mensaje en el teléfono? El multitasking es el enemigo de la escucha activa. De la misma manera, la ausencia de lenguaje no verbal en la comunicación escrita a menudo conduce a malentendidos de tono y de intención que no ocurrirían en una conversación cara a cara.
Sin embargo, la tecnología también es una aliada con las plataformas colaborativas para facilitar el feedback de manera estructurada, y las herramientas de gestión de proyectos para clarificar las responsabilidades, reduciendo la necesidad de conversaciones ambiguas. La clave está en ser conscientes de las limitaciones de cada herramienta y saber cuándo una llamada rápida o una conversación presencial es más efectiva que un largo hilo de correos y/ mensajes.
Optimizando la Sintonía con Herramientas de Gestión
Aquí es donde la tecnología ayuda a liberar el tiempo para las interacciones humanas de calidad; un software de gestión de Recursos Humanos no reemplaza la escucha, pero puede crear las condiciones ideales para que ésta florezca.
Portal de Autogestión HTIS
Una de las mayores ventajas de un portal de autogestión es que libera a los directivos y al personal de RR. HH. de funciones operativas para que puedan centrarse en actividades más estratégicas, como potenciar el desarrollo de la organización. Cuando los colaboradores pueden gestionar de forma autónoma sus solicitudes de vacaciones, permisos o consultar su boleta de pago, se reduce la fricción administrativa. Este sistema, al ofrecer respuestas rápidas y claras a sus necesidades, es en sí mismo una forma de “escucha” organizacional que demuestra eficiencia y respeto por el tiempo del empleado, abriendo espacio para conversaciones más profundas y significativas.
Evaluaciones HTIS
Los procesos de evaluación del desempeño a menudo son vistos con aprensión. Sin embargo, una herramienta como el módulo de Evaluaciones de HTIS puede transformar este proceso en un diálogo constructivo. Funcionalidades como las evaluaciones de 360 grados o las evaluaciones por objetivos están diseñadas para recopilar múltiples perspectivas. El sistema proporciona una estructura y unos datos objetivos, que sirven como punto de partida para una conversación de feedback donde la habilidad de escuchar del líder es crucial. La tecnología organiza la información, pero es la sintonía humana la que le da valor.
Reclutamiento y Selección HTIS
El proceso de contratación es, en esencia, el primer acto de escucha de una empresa hacia un futuro colaborador. Un sistema robusto como el de HTIS permite administrar todo el proceso, desde la publicación de la plaza hasta la contratación, asegurando que cada candidato sea seguido adecuadamente. Al automatizar el seguimiento y la organización de la base de datos de candidatos, los reclutadores pueden dedicar más tiempo y atención a la parte humana: la entrevista. Pueden concentrarse en escuchar, en entender las motivaciones y competencias del candidato, asegurando que la primera experiencia con la empresa sea de profesionalismo y respeto.
En definitiva, sintonizar con los demás es una decisión consciente. Es una habilidad que, como cualquier otra, requiere práctica y dedicación. Pero la inversión vale la pena. Un entorno laboral donde prima la escucha empática es un lugar más innovador, más eficiente y, fundamentalmente, un mejor lugar para trabajar cada día. Es una invitación a bajar el volumen del ruido exterior para poder escuchar, con claridad, la valiosa contribución de cada miembro del equipo.