Recuerdo perfectamente la sensación de mi primer día en varios de los trabajos que he tenido. Esa mezcla de nervios y entusiasmo, la energía que te impulsa a querer aprenderlo todo, a conocer a todos, a demostrar que fuiste la elección correcta. Es una “chispa”, una llama que arde con fuerza y que nos hace sentir vivos, capaces de comernos el mundo desde nuestro escritorio.
Pero, seamos honestos, a veces, con el paso de los meses o incluso años, esa llama comienza a parpadear. Y no me refiero al aburrimiento natural que puede surgir de la rutina. Hablo de algo más profundo, un agotamiento que no se quita con un fin de semana largo. Es como si el color se fuera de la jornada laboral, dejando todo en una escala de grises. La pasión, simplemente, se apaga. A este fenómeno, hoy, todos le llaman burnout.
No escribo esto como un experto con todas las respuestas, sino como un colega más que ha visto a compañeros brillantes perder ese brillo en la mirada y que, en ocasiones, ha sentido el calor de esa llama disminuir en sí mismo. Por eso, me parece una conversación necesaria, especialmente para nuestros compañeros del departamento de recursos humanos. ¿Qué podemos hacer cuando la pasión de nuestra gente comienza a extinguirse?
¿Qué es el Burnout, Realmente? Más Allá del “Estoy Cansado”
Antes de buscar soluciones, creo que es importante que todos estemos en la misma página sobre lo que significa el burnout. No es simplemente estrés. El estrés, en mi opinión, es tener demasiadas presiones que te exigen demasiado física y psicológicamente. A menudo te sientes en un estado de urgencia, como si corrieras en una maratón sin fin.
El burnout, en cambio, es diferente. Es sentirte vacío. Es la sensación de no tener nada más que dar. Es el agotamiento emocional, la desconexión y una sensación de ineficacia que te carcome por dentro.
Desde mi puesto, he observado que se manifiesta de formas muy concretas en el día a día:
- El cinismo se vuelve el idioma oficial: Comentarios que antes eran bromas ahora tienen un filo de sarcasmo amargo. Las nuevas iniciativas de la empresa son recibidas con un suspiro de “otra vez lo mismo”.
- La energía social se evapora: Personas que antes eran el alma del equipo ahora almuerzan solas, usan audífonos todo el día y evitan las conversaciones casuales.
- El trabajo se vuelve mecánico: Las tareas se cumplen, sí, pero sin alma. Se hace lo mínimo indispensable para que el día termine, sin esa milla extra que antes se daba con gusto.
- Todo se siente como un logro pírrico: Incluso cuando un proyecto grande tiene éxito, no hay celebración genuina, solo un alivio momentáneo antes de la siguiente ola de trabajo.
Si esto suena familiar, es porque es una epidemia silenciosa en muchas oficinas. Y la solución no es tan simple como ofrecer un día libre o una charla sobre manejo del estrés.
Las Raíces del Problema: ¿Por Qué se Apaga la Llama?
Aquí es donde me gustaría proponer una mirada un poco más allá de lo evidente. Claro que la sobrecarga de trabajo es un factor, pero creo que hay catalizadores más sutiles y dañinos que a menudo pasamos por alto.
La Tiranía de lo Urgente y la Ausencia de lo Importante
Vivimos en una cultura donde todo es “para ayer”. La bandeja de entrada dicta nuestras prioridades y pasamos el día saltando de una “emergencia” a otra. Este estado de alerta constante es agotador. Pero lo peor es que, al final de la semana, miras hacia atrás y sientes que no has avanzado en nada significativo, en nada que realmente mueva la aguja en los grandes objetivos. Esa desconexión entre el esfuerzo frenético y el impacto real es un combustible de primera para el burnout.
La Erosión de la Autonomía
Pensemos en los trabajos más apasionantes. Casi siempre involucran un grado de libertad, de poder tomar decisiones, de sentir que tienes el control sobre tu propio trabajo. Cuando cada paso está microgestionado, cuando cada decisión requiere cinco niveles de aprobación, cuando no tienes espacio para proponer o experimentar, te conviertes en un simple ejecutor de órdenes. Y es muy difícil mantener la pasión por un trabajo en el que no te sientes más que una pieza de un engranaje.
La Falsa Productividad y la Cultura del “Estar Ocupado”
Hemos llegado a un punto en que “estar ocupado” es casi un sinónimo de ser un buen empleado. Calendarios llenos de reuniones, responder correos a altas horas de la noche, todo parece una medalla de honor. Pero, ¿es realmente productivo? ¿O solo estamos ocupados estando ocupados? Esta cultura nos presiona a estar siempre “en línea”, a demostrar nuestro valor a través de la actividad constante, en lugar de a través de resultados tangibles y bien pensados. Esto no solo agota, sino que también devalúa el trabajo profundo y enfocado, que es donde a menudo reside la verdadera satisfacción.
El Rol de Recursos Humanos: De Bomberos a Arquitectos
Aquí es donde el departamento de recursos humanos tiene una oportunidad de oro. Tradicionalmente, RRHH ha actuado como el equipo de bomberos: intervienen cuando ya hay un problema, cuando un empleado valioso renuncia o cuando el clima laboral es insostenible. Pero, ¿y si su rol principal fuera el de arquitectos? Arquitectos de una cultura y de sistemas que prevengan que el fuego siquiera comience.
El verdadero objetivo de recursos humanos no debería ser solo gestionar el talento que hay, sino crear las condiciones para que ese talento florezca y quiera quedarse.
Solución Creativa 1: Implementar la “Auditoría de la Fricción”
En lugar de la clásica encuesta de clima anual, RRHH podría liderar “auditorías de fricción” trimestrales. ¿En qué consiste? En sentarse con diferentes equipos y mapear los procesos que generan más frustración y pérdida de tiempo. ¿Es el sistema para reportar gastos? ¿El proceso de aprobación de un diseño? ¿La cantidad de reuniones para tomar una decisión simple?
Eliminar estas pequeñas fricciones del día a día puede tener un impacto enorme. Libera tiempo, reduce la frustración y envía un mensaje poderoso: “Nos importa que tu tiempo se dedique a lo que realmente agrega valor”.
Solución Creativa 2: Fomentar una Cultura de “Desconexión Inteligente”
Esto va más allá de la política de “no enviar correos fuera de horario”. Se trata de que RRHH capacite y empodere a los líderes para gestionar equipos de manera asincrónica. Fomentar el uso de herramientas de gestión de proyectos donde el trabajo y las expectativas queden claras sin necesidad de una reunión. Normalizar los “focus time” en los calendarios, donde se bloquean horas para trabajar sin interrupciones. Celebrar públicamente a los líderes cuyos equipos toman sus vacaciones completas. Se trata de diseñar activamente momentos de desconexión.
Solución Creativa 3: Transformar la Evaluación de Desempeño en Conversaciones de Carrera
Muchas veces, las evaluaciones se sienten como un juicio. Un monólogo del jefe sobre lo que se hizo bien o mal. ¿Y si la administración de personal las reinventara? Podrían ser conversaciones estructuradas donde la mitad del tiempo se dedique a preguntas como:
- ¿Qué parte de tu trabajo te dio más energía este trimestre?
- ¿Qué tarea o proyecto sientes que drenó tu motivación?
- Si pudieras rediseñar tu rol en un 20%, ¿qué cambiarías?
- ¿Qué habilidad nueva te gustaría aprender y cómo podemos ayudarte a hacerlo?
Esto cambia el foco del rendimiento pasado hacia el potencial futuro y la pasión, conectando al empleado de nuevo con su propio crecimiento dentro de la empresa.
La Tecnología: ¿Acelerador del Burnout o Herramienta de Bienestar?
No podemos negar que la tecnología ha echado leña al fuego del burnout. Las notificaciones constantes, la expectativa de respuesta inmediata, la línea borrosa entre el hogar y la oficina… todo ello ha sido posible gracias a la tecnología. Nos ha conectado más que nunca, pero también ha hecho que sea más difícil que nunca desconectar.
Sin embargo, creo que culpar a la tecnología es mirar solo una cara de la moneda. Usada de forma intencionada, la tecnología puede ser una de nuestras mejores aliadas para construir esa arquitectura anti-burnout. Puede ayudarnos a automatizar tareas repetitivas que matan la motivación, a visualizar cargas de trabajo para distribuirlas de manera más equitativa, y a ofrecer a los empleados un acceso fácil y autónomo a la gestión de sus propias necesidades administrativas, liberando su carga mental.
La clave está en elegir y configurar herramientas que sirvan a las personas, y no al revés. Se trata de usar la tecnología para devolverles a los empleados lo que el burnout les quita: tiempo, claridad y una sensación de control.
Cómo HTIS Ayuda a Mantener Viva la Llama
Hablando de tecnología diseñada para las personas, es donde veo el valor de una solución como HTIS. No es una cura mágica para el burnout, pero sí es una herramienta de arquitectura poderosa para el departamento de recursos humanos.
Al explorar cómo funciona, encuentro varias funcionalidades que atacan directamente algunas de las raíces del problema que hemos discutido:
- Gestión de Empleados y Portal de Autogestión: Una de las fuentes de frustración es la burocracia. El portal de autogestión de HTIS devuelve la autonomía al empleado. Poder solicitar vacaciones , gestionar permisos o consultar tu boleta de pago sin depender de un largo intercambio de correos reduce la fricción diaria. Es un pequeño cambio que empodera al colaborador y le devuelve un control valioso sobre su tiempo.
- Evaluaciones de Desempeño: Para combatir la sensación de ineficacia, la claridad es fundamental. El módulo de evaluaciones de HTIS permite estructurar procesos claros, ya sea por objetivos, competencias o feedback 360°. Esto ayuda a que las conversaciones sobre rendimiento sean más objetivas y constructivas. Permite que tanto el empleado como el jefe puedan ver los resultados y conectar el esfuerzo diario con un propósito y una trayectoria de crecimiento.
- Organigramas y Presupuestos de Headcount: Una estructura organizacional clara es la base para evitar el caos. HTIS permite diseñar y visualizar la estructura de la empresa, definiendo claramente los puestos, perfiles y responsabilidades. Cuando todos saben qué se espera de ellos y de los demás, se reduce la ambigüedad, una fuente importante de estrés y agotamiento.
En definitiva, entender qué es recursos humanos en una empresa que se preocupa por su gente es comprender que su función es sistémica. Se trata de construir un ecosistema donde la pasión no solo no se apague, sino que tenga el oxígeno necesario para arder con fuerza. El burnout no es un fracaso individual del empleado; es una señal de que la arquitectura de nuestro lugar de trabajo necesita una revisión. Y en esa remodelación, colegas de RRHH, ustedes son los arquitectos principales.