Ahora bien, los costos por mantenimiento deben ser los deseables. A qué me refiero con esto, que los desembolsos sean los necesarios para mantenerse dentro de un rango permitido. Existe un punto de inflexión en el cual los desembolsos por mantenimiento comienzan a convertirse en gastos innecesarios de dinero, ocasionado por un aumento progresivo de las fallas sin control. Según las estadísticas, un rango entre un 25 y 35 % es razonable por costos de mantenimiento.
Quizás algunos analistas de costos difieran de esta opinión, pero lo que se invierta en mantenimiento para producir de manera óptima un producción no podría verse como un gasto, sin embargo, más allá de ese punto de inflexión se vería como un gasto innecesario de mantenimiento. Lo más importante, es que las empresas tengan claro hasta donde llega su punto de quiebre o inflexión. Obviamente lo razonable es que cada día estos costos sean menores.
En el caso de programas sociales, el mantenimiento que se haga para mejorar la calidad de vida de las personas no se puede medir, porque a diferencia de una línea de producción, que el resultado es un producto cualquiera, acá el resultado es una satisfacción de una población, con mayor razón debemos de verlo como una inversión, porque es lo que se hace para alcanzar una meta u objetivo sea cuantificable o no.
Fuente: sistemademantenimiento.com
En el caso de programas sociales, el mantenimiento que se haga para mejorar la calidad de vida de las personas no se puede medir, porque a diferencia de una línea de producción, que el resultado es un producto cualquiera, acá el resultado es una satisfacción de una población, con mayor razón debemos de verlo como una inversión, porque es lo que se hace para alcanzar una meta u objetivo sea cuantificable o no.